Por suerte o por desgracia, es así. La vida se pasa en un visto y no visto, y tú lo único que eliges es cómo pasarla y con quién. Cada uno debe saber cómo quiere vivir: sonriendo o llorando. Yo sinceramente prefiero vivir sonriendo, aunque en algunos momentos no pueda más y tenga que llorar, pero me gustaría que esos momentos fueran mínimos comparados con los de risa y felicidad. Otra cosa es la compañía, eso también puedes elegirlo, pero muchas veces te equivocas, y te vuelves a equivocar, pero equivocarse es de sabios porque así consigues saber quiénes te quieren de verdad y quiénes no.
Con esto quiero decir que aprovechéis todo lo bueno, porque dura muy poco; y aunque creas algunos días que no puedes más, seguro que hay algo dentro de ti que dice lo contrario y te ayuda a sonreír, ya sea una conversación con alguien especial, un abrazo, un sueño, una ilusión o simplemente tener a tu lado a personas que te animen siempre.
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