He llegado a la ligera conclusión de que prestarle atención a los que te insultan o simplemente te miran con mala cara es un grave error. No se merecen ni que los nombre, por eso he decidido que a partir de ahora son invisibles para mí. Y me siento mucho más madura al decidir esto porque sinceramente no merecen la pena. ¿Lo bueno de todo esto? Que me doy cuenta de las pedazo de amigas que tengo, que sé que son las mejores porque no hay más que mirar a mi alrededor y ver al resto de las personas... Y de tantos sueños que me quedan por cumplir me he dado cuenta que ninguno me hace tan feliz como tenerlas a ellas a mi lado.
Por siempre y para siempre, mis superfrikis.
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